viernes, 24 de julio de 2009

Injusto pero " Democrático"...

Cada año tengo un conflicto con uno de mis hijos a la hora de programar la semana de vacaciones. Somos tres en la familia y dos queremos destino con mar, pero en plan de descanso, con las menos excursiones posibles y disfrutar al máximo de los beneficios que nos aporta el bañarnos en sus frías- mejor que cálidas- aguas y de los paseos por su orilla.El tercero en discordia prefiere pasar esa semana haciendo turismo. Sería feliz yendo a la India, a Grecia, Italia, Japón....cada año protesta, pero no pone medios para favorecer su elección. No cuesta lo mismo una semana en Benalmádena que un recorrido por alguna islas de Grecia. A mí ese tipo de turismo también me gusta, pero siempre después de mi semanita en el mar, y....la economía manda, sobre todo en estos tiempos en que vivimos.
El mar me proporciona salud, serenidad, relajación, optimismo, belleza....saca todo lo bueno y bello que hay en mí. Es llegar a la playa, extender la toalla-por eso de situarte-y al agua. Sólo salgo para ir a comer o cenar. Nado, paseo, hago ejercicios gimnásticos, cojo conchas, huelo y aspiro profundamente ese olor a yodo...mmmmm ......Tengo que aclarar que nací en puerto de mar, desde pequeñita pasé todos los veranos en la playa y, que ahora vivo en una ciudad que no tiene mar y..¡cómo lo echo de menos! sobre todo en verano, porque prefiero un invierno frío y seco que uno húmedo.
Así que, a pesar de nuestra democrática elección, el año que viene elegirá destino mi hijo, eso sí, con la condición de que empecemos todos-sin distinción- a ir llenando una hucha para proporcionar una ayuda al presupuesto familiar ,si no, acabaremos otra vez en cualquier pueblecito de la península que garantice sol y mar.